Proyecto creado con ingeniería alemana en el que se buscaba sustituir los paneles de cartón y yeso que recubrían los microtubos por paneles de otro material que aumentara su conductividad térmica. El avance tecnológico de este proyecto ha sido conseguir fabricar placas de 11 mm de espesor y de unas dimensiones de 2400 x 1200 mm, que sean consistentes mecánicamente y tengan una alta transmitancia térmica. Estas dos características son posibles gracias a la correcta integración del grafeno en una cuidada y estudiada selección de materiales que conforman el panel final. Estos paneles también incorporan materiales y tecnología de cambio de fase, es decir, acumulan calor o frío durante distintos periodos del día para ir cediéndolo según las necesidades.